La portavoz de la formación en la Diputación de Valladolid, Virginia Hernández, señala que esta situación «da qué pensar» y les pone sobre la pista de que «todo estaba preparado para mantener el contrato con la empresa Iniciativas Teatrales, y que no se esperaba la concurrencia de otras dos».
19/07/2021.- Una «prórroga forzosa» es lo que propone la Diputación de Valladolid para el contrato de gestión y explotación del Teatro Zorrilla, que desempeña en la actualidad la empresa Iniciativas Teatrales, propiedad de Enrique Cornejo. Tal decisión se justifica desde el Área de Empleo, Desarrollo Económico, Turismo y Participación porque no ha concluido la valoración técnica y jurídica de las tres ofertas admitidas a licitación, y que el proceso podría continuar alargándose por diferentes incidencias, como que alguna de las ofertas presentadas incurra en temeridad por ser desproporcionada o anormalmente baja. Esta prórroga se votará el próximo miércoles 21 en el pleno ordinario de julio de la Diputación, y desde Toma la Palabra avanzan ya que su voto será en contra, pues consideran que de lo que se trata es de una «excusa forzosa», comenta su portavoz, Virginia Hernández, quien apunta que «en la junta de gobierno extraordinaria de mayo en la que se abordó esta licitación como un único punto, desde el equipo de gobierno aseguraron que nos convocaban de manera apresurada, precisamente, para que el procedimiento se resolviese antes del fin del presente contrato el próximo 31 de agosto». «Salvo que diesen por hecho, por razones que se nos escapan, que tan solo Cornejo se presentaría, nos estaban ocultando información», añade, «y ese asumir que este empresario no tendría competencia tampoco nos tranquiliza».
El pliego debía haberse puesto en marcha con anterioridad, tal y como señala la propia Área de Contratación y Administración Electrónica de la Diputación en el informe que ha remitido a los diferentes grupos, en el que dice, tras mencionar el fin del primer estado de alarma en junio de 2020: «Esta fecha hubiese sido la idónea para plantearse el inicio de las actuaciones previas dirigidas a la preparación del nuevo procedimiento de contratación». Sin embargo, en el citado informe se alega que no fue así por «la inseguridad generada por la situación que se venía viviendo por la sociedad y, en concreto, por el sector cultural». Pero para Hernández, «la decisión de prorrogar el contrato da qué pensar y nos pone sobre la pista de que quizá todo estaba preparado para mantener a la actual empresa contratista, y que no se esperaba la concurrencia de otras dos». Desde Toma la Palabra, además, consideran «un desastre que otra empresa gane la licitación finalmente y la programación inicial de la temporada la haya hecho otra».