La plataforma reprocha al equipo de gobierno que, «ante las presiones de no se sabe quién», se decida por este sistema de adjudicación, cuyo pliego de cláusulas administrativas contiene «algunas deficiencias representativas de la falta de rigor con que se trabaja en el consistorio».
03/11/2021.- Montemayor Toma la Palabra lamenta que el equipo de gobierno del municipio «ante las presiones de no se sabe quién, ignore las propuestas de la mayoría de los agricultores y se decida por un sorteo para repartir las tierras de cultivo públicas». «Según ellos, es para tratar a todos por igual y empezar de cero, pero no es lo mismo solicitar por primera vez unas tierras que llevar al menos ocho años trabajándolas y cuidándolas», apunta el concejal de la plataforma en el Ayuntamiento de Montemayor de Pililla, Javier Martín, quien añade: «Sortearlas es radicalmente injusto pero, además, puede conllevar una pérdida de valor de las tierras y, por tanto, del patrimonio público». «¿Alguien piensa que se van a trabajar con el mismo interés unas tierras que se van a sortear cada cinco años y que no sabes si te volverán a tocar la próxima vez?», cuestiona Martín.
El pasado 11 de agosto, el Ayuntamiento de Montemayor de Pililla publicó una resolución para sacar a subasta el aprovechamiento de cultivos del Monte de Utilidad Pública, pero el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León les obligó a retirarlo, «recordando que esas tierras son un bien vecinal y, por tanto, debían repartirse entre los vecinos y vecinas, no subastarlas», repasa el concejal de Montemayor Toma la Palabra. De hecho, fueron muchos los agricultores que presentaron ante el consistorio un documento firmado con sus propuestas de adjudicación y se reunieron con el equipo de gobierno para intentar determinar otra que no fuera la subasta. «Parecía que había acuerdo», explican desde Montemayor Toma la Palabra «pero en el pleno del 7 de octubre, el alcalde comunicó que la adjudicación se realizaría por sorteo». «Ante las preguntas de los agricultores presentes en el pleno, el alcalde reconoció que se había visto “presionado”, sin decir por quién».
Desde Montemayor Toma la Palabra, además, critican «algunas deficiencias» en la redacción del pliego de cláusulas administrativas para llevar a cabo este sorteo, que «no son importantes pero sí representativas de la falta de rigor con que se trabaja en el Ayuntamiento de Montemayor de Pililla». Por ejemplo, que «no se pueda incorporar ningún nuevo agricultor, porque una de las condiciones para ser solicitante es que toda o parte de la explotación esté en Montemayor». Además, «no se regula el subarriendo, por lo que cualquier adjudicatario podría subarrendar las parcelas a un precio mayor, ya que, precisamente por ser vecinales, su tasación es inferior a los precios de mercado». Por otro lado, «no es necesario mantener el empadronamiento, por lo que agricultores de municipios lindantes pueden empadronarse el día antes del edicto, solicitar tierras en Montemayor y darse de baja del padrón al día siguiente».
Asimismo, desde la plataforma critican que «no se ha mantenido el equilibrio de los lotes: en la adjudicación anterior había 24 lotes con tres parcelas cada uno, de primera, segunda y tercera calidad, mientras que ahora se han establecido 16 lotes con cuatro parcelas cada uno, sin que las parcelas se repartan de forma equitativa según su calidad». Por otro lado, «no se sabe el número de solicitantes, por lo que puede ocurrir que haya más solicitantes que lotes y que alguien se quede sin ellas, o que haya más lotes que solicitantes y al sortear las restantes, a un agricultor se le asignen 43 hectáreas y a otro, 86». Otra de las deficiencias que señalan desde Montemayor Toma la Palabra es que «no hay un único sorteo para todas las parcelas, sino dos, uno para agricultores a tiempo completo y otro para agricultores a tiempo parcial». «Los agricultores a tiempo completo pueden solicitar lotes de cuatro parcelas con una superficie media total de unas 43 hectáreas, y se reservan 7 parcelas para los agricultores a tiempo parcial», explica Martín, «pero como no sabemos cuántos solicitantes son a tiempo parcial, puede ser que tengan más parcelas y mejores que los agricultores a tiempo completo».