Virginia Hernández Gómez (2019)

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Breve pauta biográfica

Nací hace 30 años en Valladolid y desde 2015 soy la alcaldesa de San Pelayo, un pueblo de 50 habitantes en la comarca de los Montes Torozos. Aunque mi propósito inicial no era más que mejorar el presente de mi maltrecho pueblo, he acabado convirtiéndome y definiéndome como activista rural, tras comprobar que nuestros pueblos no se mueren, sino que los matan.

 

Mi pasión es contar historias, por algo estudié Filología Hispánica y me especialicé en tareas de Edición y Corrección y en comunicación en redes sociales. Durante mis años de universidad participé en Alternativa Universitaria pero fue en la JOCE, donde estuve desde los 17 hasta los 24 años, donde aprendí a militar. Fui miembro activo en el desarrollo y puesta en marcha de Onda Expansiva Radio donde dirigí distintos programas, pero especialmente importante para mí fue el proyecto de Mozuelos, que me demostró que es posible generar alternativas en los pueblos. Actualmente mi prioridad es el desarrollo rural y en ello me encuentro actualmente volcada.

 

Colaboro como redactora de contenidos y articulista de opinión en el periódico de mi comarca, La Mar de Campos, de cuyo Consejo de Redacción formo parte. Y he participado en distintos foros en defensa del medio rural como el Foro Chico de la Adobera y Presura, formo parte del G100, el grupo de cien personas de toda España que trabaja en un proceso de co-creación de una nueva ruralidad con el que se pretende alumbrar las líneas estratégicas de cómo ha de evolucionar la relación del ser humano con el medio rural y construir una nueva identidad rural para el siglo XXI, en el área de gobernanza, y he participado en multitud de encuentros, incluida una intervención en el Parlamento Europeo en unas jornadas organizadas por Izquierda Unida exterior para abordar la posibilidad de que el medio rural sea el espacio que favorezca el retorno de tantas y tantas personas emigradas ante la falta de oportunidades en este país.

Motivación

Milito en Toma la Palabra desde su creación. Me comprometí con este proyecto desde el primer minuto porque creo que es una herramienta fundamental para el cambio en nuestra provincia. He echado horas y horas de trabajo en la plataforma, como activista y como liberada, poniendo al servicio de este proyecto todo mi conocimiento, disposición y sacrificio. En los cinco meses previos a las elecciones he recorrido casi 9000km sin salir de la provincia, atendiendo a los intereses de la coalición de formar todas las candidaturas posibles y para prestar apoyo a nuestros cargos públicos en aquello que solicitaban.

 

Considero que las personas y los municipios que más necesitan de este grupo son los más pequeños y alejados de la capital, porque son los grandes olvidados de la administración. No obstante, creo también que es fundamental el trabajo que hay por hacer en el alfoz de la capital y en municipios de mayor tamaño, por ejemplo, para hacer realidad una verdadera área metropolitana que optimice los recursos y los servicios y genere auténticas sinergias entre municipios.

 

En el ámbito político, sin duda alguna, el tema estrella de los próximos 4 años será la despoblación, y creo que para nosotros va a ser fundamental desenmascarar a quienes no buscaban más que votos y demostrar que solo Toma la Palabra tiene un proyecto político cuyo centro son los pueblos y las personas. En ese sentido, mi experiencia y conocimiento creo que pueden servir de gran ayuda en el trabajo venidero, pues me apasiona.

 

En estos años he tenido la suerte de conocer a grandes compañeras y compañeros en nuestros pueblos y, sobre todo, de aprender de ellos. Y así como he aprendido de las históricas alcaldías de Izquierda Unida en Viloria, Tiedra y Villanueva de Duero que, sin duda, han abierto el camino de cuantos hemos venido detrás y que tan indiscutible ejemplo de buen gobierno son para nosotros y también para alcaldes y alcaldesas de otros partidos; he aprendido también de otros menos veteranos como Roberto y Quique en Santovenia y Castronuño; y otros que, aunque injustamente no hayan podido acceder a las alcaldías, han dejado huella con su trabajo y su ejemplo. Quiero por esto, además de ofrecer mi disponibilidad y conocimiento al resto de candidaturas, propiciar espacios comunes donde todos podamos aprender y ayudarnos para que el crecimiento de Toma la Palabra en la provincia sea exponencial y la gestión en nuestros Ayuntamientos sea modélica.

Proyecto

Me propongo para diputada provincial porque quiero continuar el trabajo que inicié con el nacimiento de Toma la Palabra. Necesitamos representantes dinámicos y pegados al terreno, debemos trabajar junto a las personas y los territorios más desfavorecidos y garantizar el futuro del medio rural a través de políticas cuyo objetivo sea su desarrollo. Estoy enamorada de mi tierra, mi vocación encuentra su razón de ser con la gente de los pueblos y estoy llena de energía e ilusión para continuar, ampliar y consolidar Toma la Palabra durante los próximos cuatro años.

 

Me gusta el trabajo en equipo porque dos cabezas piensan más que una y el trabajo se enriquece, pero a la vez tengo capacidad de liderazgo para avanzar con el grupo. Soy enérgica, entusiasta, activa y muy trabajadora; si tengo que destacar tres cualidades, esas son mi capacidad de aprendizaje, mi capacidad crítica y, sobre todo, mi capacidad para comunicar.

 

Como cargo público adquiero un compromiso con el programa marco, pero sin duda, si en algo hay que trabajar a nivel institucional en los próximos 4 años es en poner fin a las subvenciones finalistas, reivindicar la financiación justa de nuestros municipios y facilitar que los Ayuntamientos recuperen las competencias que les son propias y de las que se ha adueñado la Diputación. Creo también que es importante implicar a todas las personas de Toma la Palabra en lo que pase en la institución: nuestras propuestas y nuestras posiciones políticas deben ser lo más participadas posibles. No obstante, el trabajo de los próximos cuatro años ha de fundamentarse en la presencia en la calle y en los pueblos, nuestra agenda no puede marcarla los plazos de la administración.

 

También adquiero un compromiso con el proyecto: somos la única alternativa capaz de garantizar el futuro, la sostenibilidad y el progreso en nuestros pueblos y por eso nuestro grupo provincial debe tener una presencia constante a lo largo y ancho de Valladolid.

 

Y adquiero un compromiso con la organización: con las asambleas actuales, a las que acompañaré y ayudaré en todo lo que esté en mi mano. Con proyectos y jornadas que nos pongan en común, que nos ayuden a conocernos y a gestionar el día a día de nuestros Ayuntamientos; y también en el asesoramiento y el acceso a la información para que los municipios puedan aprovechar al máximo los recursos que se les ofrecen.

 

Y, por supuesto, con todas las asambleas que están por venir: en los próximos 4 años no puede quedar uno de los 225 municipios y 9 pedanías sin pisar; por lo que mi objetivo es trabajar en la consolidación de las asambleas existentes e iniciar un proceso de extensión a través del trabajo de campo por el resto de la provincia. Sin duda, es necesaria la creación de redes que permitan la sostenibilidad mutua y la optimización de recursos, a la vez que fomentamos que más municipios se vayan sumando a este proyecto.

 

El objetivo es claro: garantizar que todos los municipios de esta provincia tengan la oportunidad de tomar la palabra y seamos capaces de garantizar derechos y vida digna a todos los habitantes del medio rural.