DISCURSO DE INVESTIDURA DE VIRGINIA HERNÁNDEZ EN EL PLENO DE CONSTITUCIÓN DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE VALLADOLID

Virginia en el Pleno

DISCURSO DE INVESTIDURA DE VIRGINIA HERNÁNDEZ EN EL PLENO DE CONSTITUCIÓN DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE VALLADOLID

Señor presidente, autoridades, compañeros y compañeras diputadas, invitados, familiares… Buenos días a todos, enhorabuena al nuevo presidente por su elección, le deseo un venturoso y atinado mandato, y a todas las diputadas y diputados que acabáis de tomar posesión de vuestro cargo.

 

En primer lugar quiero mostrar mi más sincero agradecimiento a las más de 25.000 personas que en esta provincia han confiado en Toma la Palabra para representar los intereses del común de las personas en las instituciones. Y, como no podía ser de otra manera, quiero agradecer también el apoyo que he recibido de todas las personas que me eligieron para representar a Toma la Palabra en la Diputación Provincial, en el proceso más abierto, democrático, participativo y transparente que se ha puesto en marcha para la elección de diputados provinciales en esta provincia. Os aseguro que voy a poner todo mi empeño en hacerlo lo mejor posible, siguiendo el camino que me marcaron los compañeros y compañeras que me precedieron en la lucha por el medio rural vivo desde la izquierda, la única opción posible para salvar nuestros pueblos.

 

intervenciónNo es ningún secreto que desde Toma la Palabra defendemos la desaparición de las diputaciones provinciales, ya que las consideramos una institución arcaica, opaca, y con claro déficit democrático, como evidencia nuestra elección indirecta que impide a la ciudadanía votarnos por sufragio universal…, pero sobre todo, porque nos parece que es una administración en la que los recursos que tendrían que llegar directamente a nuestros Ayuntamientos se pervierten de manera un tanto frecuente.

 

Convendrán conmigo en que si nosotros estamos hoy aquí es precisamente porque nuestros vecinos y vecinas nos eligieron para gestionar los Ayuntamientos, que son, sin duda, la administración más cercana a la gente y la más útil. Sin embargo, por alguna razón, desde las instituciones nos empeñamos en dar rodeos y dificultar la financiación directa de la administración local y, lo que es peor, nos empeñamos en tutelar a nuestros alcaldes y concejales, como si no fuéramos lo suficientemente capaces para discurrir lo que es bueno para nuestro pueblo y lo que no lo es.

 

Desde mi grupo hemos defendido siempre una segunda descentralización que dote a nuestros Ayuntamientos de una financiación justa y los dote de autonomía suficiente y, por eso, entre otras razones que hoy no tengo tiempo de esgrimir, luchamos, en pasado y presente, por la desaparición de una institución como esta.

 

Sin embargo, mientras siga existiendo la Diputación, nos tendréis aquí, velando y vigilando para que esos defectos de la administración puedan inclinarse hacia la virtud. Mantenernos al margen y dejarles hacer sería una irresponsabilidad y una falta grave de compromiso con toda la gente que ha confiado en nuestra opción política.

 

Pero sobre todo, si estamos aquí, es para defender nuestros pueblos y los derechos de las personas que habitan en el medio rural. Este país sufre una tremenda crisis territorial: la gente se amontona en poquitos lugares que empiezan a ser invivibles, mientras el centro peninsular se vacía; pueblos y ciudades, nadie se salva.

 

Vivimos en el epicentro de esa sangría poblacional, y no es ya que queramos mucho a nuestros pueblos y nos muramos de pena viendo como día a día va apagándose su luz. Es que la despoblación es un problema de estado de primer orden, y la repoblación del medio rural la única solución; no solo para corregir los desequilibrios territoriales, sino porque solo a través de la repoblación de nuestros pueblos garantizaremos una custodia eficaz del territorio, cuestión fundamental para las generaciones venideras, para frenar este devastador cambio climático y combatir la crisis medioambiental, alimentaria y de escasez de materias primas a la que nos enfrentamos. Y créanme, no estoy hablando de un futuro lejano, sino del nuestro propio.

 

Debemos estar aquí porque es fundamental que las políticas que desde la Diputación se aplican dejen de urbanizar el campo, porque lo que necesitamos es ruralizar la vida en la ciudad.

 

Debemos estar aquí porque es fundamental que el dinero que se gestiona desde esta Diputación llegue directamente a las personas que habitan en el medio rural. Debemos estar aquí porque es nuestra obligación, en estos tiempos en que parece que la prioridad es cerrar escuelas y que desaparezca la figura del médico rural, garantizar los derechos de la gente de nuestros pueblos: repensar el modelo de transporte de esta provincia, la gestión de la cultura y el turismo, el modelo de empleo que se intenta fomentar o el apoyo a las mujeres y los jóvenes rurales, fundamentales para el desarrollo de nuestros pueblos.

 

Pero también debemos estar aquí para garantizar que los criterios con los que se reparten las ayudas trascienden las meras cifras de población y atienden a otros parámetros como la ubicación geográfica, los recursos disponibles, la distancia a los centros de servicios o la especial situación de vulnerabilidad.

 

El compromiso de mi grupo con el medio rural es claro. Y nuestra oposición será férrea y sin fisuras; no obstante, si ustedes atienden las necesidades de los pueblos encontrarán en Toma la Palabra un agente colaborador para sacar adelante aquellas medidas que vayan en beneficio de nuestras vecinas y vecinos; pero si, por el contrario, priorizan ustedes su propio partido, a las Plenoorganizaciones empresariales a las que tanto han mimado en estos cuatro años anteriores, y la política de amigos, nos tendrán en frente denunciando.

 

Es fundamental para el desarrollo de nuestros pueblos, como decía antes, que la Diputación de Valladolid deje de ejercer de tutora de nuestros Ayuntamientos. Y en este sentido, supone para nosotros una gran alegría el hecho de que, aunque no fuera la primera opción, el presidente de esta institución que encuentra su razón de ser en los municipios de menos de 20.000 habitantes, sea, por fin, el alcalde de un pueblo pequeño.

 

Y es que no lo quiero pensar, pero pareciera que en sus partidos, y no solo en el Partido Popular, la Diputación hiciera las veces de descanso del guerrero. No lo quiero pensar, pero lo pienso.

 

Estimadas vecinas y vecinos, Toma la Palabra se pone a vuestro servicio con ilusión, energía, ganas de trabajar y mucha vocación por el medio rural. Pero no solo para representaros, sino para trasladar la voz de vuestras decisiones, demandas y propuestas participadas, porque será en el día a día de las personas en nuestros pueblos donde se izará la bandera que guíe nuestro proceder en esta institución.

Y hablando de izar banderas y de defender los derechos de las personas que habitan el medio rural: hoy es 28 de junio y es momento de alzar la voz en nombre de todas las personas LGBTI de nuestra provincia.

 

En el último mandato, esta institución había adquirido el compromiso de izar la bandera arcoíris en el balcón de este salón de plenos, amén de una serie de actividades conmemorativas del Día del Orgullo que este año, por cierto, han brillado por su ausencia. Y compromiso que yo, personalmente, había creído, incluso habría asegurado que sería de aquí en adelante irrenunciable.

 

Sin embargo, en mi primer día como diputada provincial, he tenido la desgracia de constatar que en esta provincia las conquistas sociales más fundamentales, están gravemente amenazadas. Eso, o que prestamos más atención a los culebrones de nuestros partidos que a las personas a las que decimos representar. Y ninguna de las opciones me gusta.

 

En cualquier caso, como soy irremediablemente optimista, voy a proceder a explicar algo que creí que, al menos en esta institución, estaba superado, con la confianza de que por fin lo entiendan. De verdad que no alcanzo a comprender el porqué de este retroceso y por eso quiero recordarles que el Día del Orgullo no se celebra para reivindicar que la homosexualidad es mejor que otra opción sexual, sino para fomentar la tolerancia y la igualdad de los gais, lesbianas, bisexuales, transexuales, intersexuales, pansexuales, queer… y, en general, toda opción sexual no normativa y estigmatizada históricamente en nuestra sociedad. En el día de hoy celebramos el orgullo de vivir con libertad. Celebramos que ya no somos perseguidos, torturadas ni asesinadas por el simple hecho de amar.

 

Es necesario que entiendan que gestos tan sencillos como el izado de bandera en el balcón de esta institución o la lectura de un manifiesto, que a ustedes no les cuesta nada, lanzan un mensaje fundamental de apoyo y esperanza a cuantas personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas hay en nuestros pueblos necesitando saber que no están solas. ¿O es que hoy, en el primer día de mandato, van a estrenarse dando la espalda a las mismas personas que nos dicen quieren representar?

 

Os lo cuento yo si es que no lo queréis ver: decenas de personas LGBTI siguen encerradas en sus armarios rurales por miedo a la discriminación y a la burla. Aún hoy las opciones sexuales no normativas son invisibles y cuando se visibilizan son estigmatizadas. Las parejas homosexuales se ven obligadas a pasear su amor disfrazado de eterna amistad y las mujeres que no tienen pareja y de cara a la galería no la han tenido nunca, llevan además el horrible sambenito de solteronas. En la mayoría de los casos, ser lesbiana, gay, bisexual, transexual, intersexual, etc. sigue siendo causa fundamental del abandono de nuestros pueblos y la emigración a las ciudades, y no hay necesidad de añadir más dolor a lo que hace tiempo tuvo que dejar de ser un calvario.

 

Señor presidente y diputados en funciones hasta el día de hoy: no puedo entenderlo. No obstante, como os decía, soy irremediablemente optimista, por eso he querido traer esta bandera, porque albergo la esperanza de que al término de este Pleno de Constitución, todos los grupos nos dirijamos al balcón para contarles a cuantas personas LGBTI hay en nuestros pueblos que esta institución está con ellas.

 

Muchas gracias y feliz orgullo.

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