04/01/2020.- La diputada provincial de Toma la Palabra y alcaldesa de San Pelayo, Virginia Hernández, ha participado hoy martes en la segunda y última jornada del foro Somos Castilla y León 2020, organizado por El Mundo Castilla y León. La quinta edición de esta cita, que comenzó ayer lunes bajo el título Los retos y las estrategias de un tiempo nuevo, ha puesto el foco de atención en cómo un territorio como Castilla y León debe afrontar los cambios que se avecinan con la nueva década. Así, Hernández ha sido una de las protagonistas del encuentro La mujer, clave en las nuevas estrategias políticas junto con la presidenta de la Federación Regional de Municipios y Provincias de Castilla y León (FRMP) y de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén; la vicepresidenta de las Cortes de Castilla y León, Ana Sánchez; la secretaria de la Mesa de las Cortes de Castilla y León, Marta Sanz; y la vicepresidenta de CEVALE y presidenta de CVE, Ángela de Miguel. Pablo Lago, director de El Mundo Castilla y León, ha sido el encargado de moderar la conversación.
Hernández ha comenzado su intervención haciendo referencia al hecho diferencial por el que ha sido invitada a este encuentro: «Soy mujer. En este tipo de foros de cultura, poder u opinión, sucede que hay un espacio dedicado solo a las mujeres, con un título equivalente a mujeres que hacen o piensan cosas, con mujeres hablando sobre mujeres. Mientras, en el resto de espacios, los hombres opinan sobre lo que hay que opinar». «La participación de las mujeres se marca como si fuéramos un colectivo y quedamos, así, apartadas de lo general», ha comentado.
La alcaldesa de San Pelayo ha continuado su reflexión refiriéndose a la situación de la mujer en el medio rural: «Nuestro medio rural está absolutamente desfeminizado porque en nuestros pueblos han sido los hombres los que han quedado vinculados a la actividad productiva, mientras las mujeres cuidamos, acompañamos». «Es imprescindible para el mantenimiento de los pueblos que se pongan en marcha políticas que sitúen en el centro a las mujeres», ha afirmado, «porque se habla mucho de nuestra importancia para aumentar población, sobre lo que yo me pregunto: ¿pretenden estabularnos? ¿Ponernos a parir?». «Además de estar profundamente masculinizado, el medio rural es profundamente machista», ha subrayado, «por lo que no hay que hablar tanto del papel que tenemos las mujeres en el desarrollo de este territorio, sino de la necesaria perspectiva de género que se debe aplicar en las políticas, porque estamos en un punto crítico: despoblación definitiva o regeneración».
A lo largo del encuentro, Hernández ha tocado otras cuestiones, como las cuotas de equidad: «Sigue siendo necesario legislar en ciertas situaciones para que pasen cosas que de forma natural no pasan». «En aquellos espacios a los que se accede por oposición, hay mayoría de mujeres, pero cuando se trata de designación, las mujeres nos damos con el techo de cristal», ha señalado la portavoz de Toma la Palabra en la Diputación Provincial de Valladolid. En este sentido, ha querido subrayar también que existe «un machismo estructural que afecta tanto a las izquierdas como a las derechas».
Ha hablado también de natalidad: «Es una problemática que nos afecta a nivel de Estado, pero en el caso de Castilla y León es ciertamente preocupante». «Los jóvenes no se van de esta tierra porque quieran, se van porque no les queda más remedio», ha comentado. Sobre la desigualdad de oportunidades en el medio rural para acceder, incluso, a los servicios más básicos, Hernández ha puesto un ejemplo sencillo y de plena actualidad: «En el pueblo vallisoletano de Peñaflor de Hornija, no muy lejos de la capital, un adolescente de 15 años no puede conectarse para ver Netflix y YouTube o servirse de Internet para hacer los deberes del instituto, que es lo que hace cualquiera con su edad».
«Tenemos una España de dos velocidades en cuanto al interior peninsular y las regiones periféricas», ha dicho, «y, por eso, es imprescindible que en la política de Castilla y León se introduzca el factor rural». «Y, sobre todo, que las mujeres tengamos capacidad para decidir en libertad e igualdad, en los pueblos y en las ciudades», ha añadido, para concluir así: «Sin el feminismo, sin las mujeres, no hay desarrollo posible, porque son las sociedades profundamente machistas las que nos han traído hasta aquí y las que han hecho que en nuestros pueblos exista aún tal brecha de género».