Las candidatas de Unidas Podemos Valladolid, Marta Santos y Rocío Anguita, reflexionan sobre despoblación y repoblación junto a Vanessa Angustia, candidata al Senado por Pontevedra, y Virginia Hernández, alcaldesa de San Pelayo, que asegura: «La gente no se ha ido, la gente ha sido expulsada. Sigue siendo expulsada».
Favorecer el acceso a una educación y sanidad de calidad, una red de transporte público que facilite la conexión entre municipios y una mejora integral de las telecomunicaciones en el medio rural son algunas de las soluciones que plantean.
06/11/2019.- «No hemos venido aquí a lamentarnos», señaló Virginia Hernández, alcaldesa de San Pelayo, con 51 habitantes censados, al arrancar el acto en el que participó en la tarde de ayer martes en el Centro Cívico Casa Cuna junto a Marta Santos y Rocío Anguita, candidatas de Unidas Podemos al Congreso de los Diputados por Valladolid. Un encuentro centrado en la lacra de la despoblación con la que carga no solo el medio rural, también la capital del Pisuerga, que contó con la presencia, además, de Vanessa Angustia, ex senadora por Unidas Podemos Pontevedra y candidata, de nuevo, a la Cámara Alta. «Hemos venido a hablar de soluciones, que es de lo que nunca se habla, para este problema, que no es demográfico sino político, diría que incluso sistémico, cuyo origen se encuentra en el capitalismo: para el mercado, el medio rural es disfuncional».
«La gente no se ha ido, la gente ha sido expulsada. Sigue siendo expulsada», continuó Hernández, también portavoz del Grupo Provincial Toma la Palabra en la diputación provincial, quien afirmó que «Valladolid es la evidencia de la falta de voluntad por acabar con el problema de la despoblación». En este sentido, destacó, por ejemplo, la existencia de «un transporte público absolutamente ridículo cuyos horarios y rutas son totalmente ilógicos», que dificulta que se viva en los pueblos si el trabajo está en otro lugar si no se dispone de vehículo privado. «Es básico que se apueste por el taxi rural, porque uno de nuestros grandes problemas es que, a pesar de que los más de 225 municipios de esta provincia están ultra próximos, lejos de accidentes geográficos, nuestros vecinos y vecinas viven prácticamente aislados», añadió.
La alcaldesa de San Pelayo también reiteró que otro de los grandes males del medio rural son las telecomunicaciones: «A mí me da la risa cada vez que viene algún político a hablarnos de emprendimiento rural, mientras en algunos pueblos de Tierra de Campos no tienen ni 1MB de descarga ni cobertura de telefonía móvil, y eso que hablamos de la única provincia de España sin montañas». Una mejora en las telecomunicaciones garantizaría, por ejemplo, «que una persona que se dedica a la traducción trabaje en su pueblo, desde su casa, porque solo necesita un ordenador y una conexión, y si vive en el pueblo, compra en el pueblo, va al bar en su pueblo y lleva a sus hijos al colegio en el pueblo».
Una afirmación que llevó a Hernández a otro punto clave en el contexto de la despoblación: «La situación de la vivienda en nuestros pueblos es dramática. La gente joven se va porque no tiene donde vivir, a pesar de que nuestros pueblos están llenos de casas vacías o en ruinas». Indicó, asimismo, que «en la provincia de Valladolid es fundamental una política de vivienda que permita quedarse a los que no quieran irse, y a quienes quieran volver o establecerse de nuevas tener un sitio para hacerlo». «Y aquí estoy hablando, sin empacho, de gravar las viviendas cerradas y, en última instancia, de expropiación», dijo.
«Un principio básico del programa de Unidas Podemos es que todo el mundo tenga acceso a los mismos servicios públicos viva donde viva», apuntó, por su parte, Rocío Anguita. «En pueblos a 30 kilómetros de Valladolid nos encontramos con graves dificultades para el acceso a la educación o la sanidad», apostilló. «O, incluso, más cerca, en Villanueva de Duero, a solo 15 kilómetros, sucede que el transporte escolar solo pueden utilizarlo los estudiantes de educación obligatoria, los de Bachillerato o FP no pueden montarse aunque el autocar esté medio vacío», explicó. «Es obvio que la educación no se ofrece en igualdad de oportunidades», apuntó, «como ocurre con la atención sanitaria primaria: se están cerrando consultorios en los pueblos y hay personas que hacen rutas de más de una hora en ambulancia para ser atendidas».
Marta Santos, número 1 de la candidatura de Unidas Podemos en Valladolid, aseguró que «una sociedad rural no se sostiene sin jóvenes en sus pueblos», y señaló que, para conseguir fijar población, la formación propone «apostar por la economía circular y el empleo verde como oportunidades reales en los pueblos, así como por el turismo de naturaleza y de cultura, los nuevos cultivos para impulsar el sector agroalimentario, la ganadería ecológica y la venta directa de productos».
Vanessa Angustia también relacionó la situación a la que se enfrentan provincias como Valladolid con el capitalismo: «Yo no tengo por qué vivir en el campo y tener que cultivar el campo, pero eso es algo que cuesta mucho entender a los urbanitas. Se asocian los privilegios a los trabajos que consideran respetables y creen que la gente que está en el campo o vive del campo no necesitan de ciertos servicios». Además, señaló que el éxito en la lucha contra la despoblación pasa por «invertir en I+D+I, porque eso recupera el mundo rural en este país, permite ampliar actividades y que los jóvenes se instalen en los pueblos». «Tenemos una oportunidad en estas elecciones: pido, sobre todo a las mujeres, que se dé un voto valiente a Unidas Podemos, porque hemos demostrado que somos de fiar», concluyó, tras asegurar: «Lo que está ocurriendo aquí esta tarde es lo que provoca mayor temor en la extrema derecha: cuatro mujeres hablando de despoblación y planteando soluciones reales».