El 85% de los ingresos totales de SODEVA el pasado año (6.485.000 de euros) provenía de subvenciones de la administración provincial. La entidad solo generó 871.300 euros por ventas y servicios
La sociedad entra en causa de disolución por ley, tal y como recoge el informe del interventor de Diputación, porque las pérdidas del pasado año en patrimonio neto representan el 50% de su capital social, aunque no es automática, sino que debe ponerla en marcha la propia Diputación, que tiene la opción de buscar otras soluciones para evitarla
La caída en el patrimonio neto de SODEVA se debe, en parte, a la nueva valoración que se ha realizado de los terrenos de Meseta Ski, pues la orden judicial que ordena su demolición ha hecho que se desplome su valor en casi 6.000.000 de euros
04/06/2020.- Tras el consejo de administración de SODEVA celebrado en la mañana de hoy jueves, la portavoz de Toma la Palabra en la Diputación de Valladolid, Virginia Hernández, reitera la opinión de la plataforma sobre esta entidad: «Es un auténtico fracaso y tan solo sirve para causar pérdidas ingentes de dinero público». Y es que en 2019 la Sociedad Provincial de Desarrollo de Valladolid, dependiente de la Diputación de Valladolid, generó pérdidas en su patrimonio neto por valor de 6.538.239 de euros, que, sumadas a las de 2018, alcanzan los 7.953.226 de euros. Un escenario ante el que, comenta Hernández, «solo caben dos opciones: la disolución de la sociedad por falta de fondos o su supervivencia a costa de subvenciones a fondo perdido por parte de la Diputación».
«SODEVA es una entidad ruinosa que no tiene capacidad para generar ingresos que reduzcan de forma sustancial sus pérdidas, que tan solo puede tapar gracias a esas subvenciones que recibe», explica Hernández. No en vano, los ingresos totales de esta sociedad en 2019 (6.485.074) provenían en un 85% de subvenciones de la propia Diputación. Un «dopaje financiero», en palabras de Hernández, que «refleja la incapacidad para ser rentable de SODEVA», que el pasado año tan solo generó 871.316 euros de ingresos por ventas y servicios, muy alejados de los 11.210.203 de euros de gasto de SODEVA en 2019.
Las pérdidas en el patrimonio neto de SODEVA suponen el 50,29% de su capital social. Tal y como recoge el informe del interventor de Diputación (que se remitió a los grupos ayer miércoles, con menos de 24 de antelación, sin margen apenas para estudiarlo y formular las preguntas oportunas), al superar el 50%, la sociedad entra en causa de disolución, según las disposiciones legales vigentes en materia de régimen local. Sin embargo, esa disolución no es automática, sino que debe ponerla en marcha la propia Diputación, que, por el momento, no lo va a hacer, pues puede optar por otras soluciones diversas que la eviten.
Dichas pérdidas se deben, en parte, a la nueva valoración que se ha realizado de los terrenos de Meseta Ski, ya que la orden judicial que ordena su demolición ha hecho que se desplome su valor en un 57% (es decir, una caída de 5.894.609 de euros). Unas correcciones valorativas negativas (de este y otros terrenos) que seguirán produciéndose en próximos ejercicios. Por otro lado, 1.224.476 de euros perdidos se deben al resultado negativo de ejercicios anteriores: la sociedad no hizo la debida provisión de fondos para asumir las deudas de IVA con Hacienda que tenía que pagar en el último ejercicio.
Hay que añadir, además, que la tesorería de SODEVA ha visto reducidos sus fondos en un 72% entre 2018 y 2019 (de 1.174.130 a 320.777 euros), lo que limita su capacidad para hacer frente a las obligaciones de pago a corto plazo y hace suponer a Toma la Palabra que «exigirá pronto una nueva entrada de fondos procedente, otra vez, de una subvención de Diputación», que «debería admitir ya que cada inversión en esta entidad se convierte al instante en una pérdida de capital irrecuperable».
Resulta llamativo que la crisis del Covid-19 no vaya a afectar sustancialmente a las cuentas de SODEVA en 2020, ya que los ingresos que recibe de los centros turísticos de Diputación suponen un porcentaje muy pequeño de sus ingresos totales, lo que refleja que se trata de una entidad «totalmente artificial y alejada de la realidad que escapa, incluso, de los efectos de una situación tan compleja como la que atravesamos».