Marta Santos y Rocío Anguita, candidatas de Unidas Podemos al Congreso de los Diputados en la provincia, reflexionaron ayer jueves sobre la situación de la mujer en la sociedad actual y destacan que «el feminismo es una revolución pacífica que está cambiando el mundo».
En el encuentro, celebrado en el Centro Cívico Pilarica, participaron, además, las portavoces de los grupos Provincial y Municipal de Toma la Palabra, Virginia Hernández y María Sánchez, y la secretaria de Feminismos de Podemos Castilla y León, María Hernández.
Los derechos reproductivos, la mujer en el mundo rural y la desigualdad entre hombres y mujeres en el mercado laboral han centrado la conversación.
08/11/2019.- El Centro Cívico Pilarica de Valladolid acogió en la tarde de ayer jueves un encuentro en el que las mujeres fueron las protagonistas, en la voz de las candidatas al Congreso de los Diputados de Unidas Podemos por Valladolid, Marta Santos y Rocío Anguita, acompañadas por las portavoces de los Grupos Provincial y Municipal de Toma la Palabra, Virginia Hernández y María Sánchez, y la secretaria de Feminismos y Políticas de Igualdad de Podemos Castilla y León, María Hernández.
La primera en intervenir fue Anguita, que recordó: «En estas elecciones las mujeres nos estamos jugando mucho, nos jugamos que la extrema derecha no nos lleve de nuevo a la situación en la que estábamos hace 70 años». También resaltó que «el feminismo está en la agenda política de nuestro país por primera vez en la historia gracias al empuje de un movimiento que ha llenado las calles a lo largo de los últimos años tanto en las convocatorias del 25N o el 8M como cuando se han producido sentencias como las de las manadas de Pamplona y Manresa». Añadió, además, que «el feminismo es una teoría social, una mirada crítica a la sociedad, una revolución pacífica que está cambiando el mundo».
Sobre la situación de las mujeres en el medio rural habló Virginia Hernández, alcaldesa del municipio vallisoletano de San Pelayo, definiéndolas como «doblemente olvidadas, por mujeres y por rurales». «Nuestro mundo rural sigue estando profundamente masculinizado pese a que vivimos en el siglo XXI», apuntó, «y las mujeres sufrimos más precariedad y más paro, nuestros sueldos son menores y no tenemos acceso a las mismas oportunidades labores; en muchos casos, ni siquiera figuramos como propietarias de nuestras propias explotaciones». Hernández aseguró, además: «En el medio rural, las mujeres solo cuidamos, solo acompañamos mientras los hombres siguen produciendo». «Sin mujeres no hay desarrollo posible, así que es de justicia que cualquier política ponga en el foco a las mujeres rurales, porque sin ellas no hay futuro para nuestros pueblos», sentenció Hernández, que recalcó: «Queremos un mundo rural feminista, y un feminismo que no deje de lado al mundo rural».
María Sánchez, también concejala de Medio Ambiente y Sostenibilidad en el Ayuntamiento de Valladolid, centró su intervención en los derechos reproductivos de las mujeres. «Este domingo tenemos que hablar de forma clara y contundente en las urnas, como lo hicimos en 2014, cuando nos movilizamos masivamente contra la reforma de la Ley del Aborto impulsada por Gallardón», indicó. «Aquella fue una importante victoria, pero no podemos conformarnos con defender lo que tenemos frente a una derecha echada al monte», añadió, «porque en materia de igualdad aún queda muchísimo por avanzar». Sánchez hizo especial hincapié en el aborto, «por ser una reivindicación histórica de las mujeres en nuestro país: no hay que olvidar que sigue estando regulado en el Código Penal como un delito, entre el homicidio y las lesiones». «Aunque hemos conseguido arrancar excepciones, cada vez que una mujer se enfrenta a la decisión de interrumpir un embarazo, por el motivo que sea, debe además demostrar que no va a delinquir, bien porque está en un plazo legal, bien porque lo hace al amparo de un supuesto legalmente reconocido», explicó. Sánchez puntualizó, asimismo, que «hay muchas otras cuestiones relacionadas con la salud sexual y reproductiva que merecen ser revisadas, como los vientres de alquiler, que son otra forma de explotación y cosificación del cuerpo de la mujer».
María Hernández, por su parte, hizo referencia a la brecha salarial y el techo de cristal que, pese al camino que se ha recorrido, siguen siendo una de las principales lacras con las que cargan las mujeres en la sociedad actual, aunque «parece que es una valentía llamar a las cosas por su nombre». También Marta Santos habló sobre la desigualdad que existe entre hombres y mujeres a nivel laboral: «Ocupamos los puestos peor reconocidos en las empresas, puestos de trabajos que requieren, supuestamente, menor preparación, aunque somos mayoría en la formación universitaria». También se ocupó de la conciliación: «No tenemos flexibilidad de horarios, pese a que las mujeres seguimos estando al cargo de pequeños, de mayores, de nuestros dependientes». Santos fue la encargada de despedir el acto: «La revolución social va a venir de manos de las mujeres».