En el pleno ordinario del mes de septiembre de la Diputación de Valladolid, la plataforma ha votado en contra de la modificación de créditos que incluye esta partida. «No podemos admitir que en estos tiempos semejante cantidad vaya destinada a esta sociedad y no a nuestros ayuntamientos», ha expresado la portavoz de Toma la Palabra, Virginia Hernández, quien ha criticado también que el equipo de gobierno haya tenido «la poca vergüenza de vender esta modificación presupuestaria en prensa como si formase parte del plan de choque del Covid-19»
25/09/2020.-«Me alegro de que este haya sido el último pleno de trámite de la Diputación de Valladolid», ha apuntado la portavoz de Toma la Palabra en la administración provincial, Virginia Hernández, tras la sesión ordinaria celebrada hoy viernes. «Y digo de trámite porque desde que se declaró el estado de alarma todos los plenos de la Diputación de Valladolid han sido telemáticos, lo que implica que los grupos de la oposición llevamos casi ocho meses sin presentar ninguna moción». En este último pleno no presencial, se ha abordado, entre otras cuestiones, la aprobación del expediente de modificación de créditos por importe de 1,8 millones de euros, a la que Toma la Palabra ha votado en contra. «La explicación es sencilla: a pesar de ser una ruina demostrada, ustedes plantean hoy inyectar a SODEVA otros 840.000 euros, y no podemos admitir que en estos tiempos semejante cantidad vaya destinada a esta sociedad y no a nuestros ayuntamientos», ha manifestado Hernández.
Ya con esta declaración se deducía la votación en contra de Toma la Palabra en el punto relativo a la aprobación del anexo del contrato entre la Diputación y SODEVA para 2020. «En los estatutos de SODEVA se habla de conseguir que la propia entidad sea autosuficiente económicamente, pero día a día ustedes se alejan de esa quimera y nos confirman lo acertado de nuestra posición», ha dicho Hernández, que se ha apoyado en los datos para justificar el voto negativo de Toma la Palabra: «Por poner un ejemplo, la previsión de ingresos por explotación para el Museo del Pan en 2020 es de 1.400 euros, y va a recibir una subvención de 198.000 euros según lo aprobado en febrero más lo que le inyectemos ahora, pese a que las cifras arrojan que no solo el Museo del Pan, sino la Villa del Libro, Matallana y el Castillo de Fuensaldaña redujeron sus visitantes en los meses de enero y febrero respecto al mismo período del año anterior».
«Ustedes siguen trabajando en SODEVA como si no hubiera que haber reducido su capital social a la mitad», ha reprochado Hernández, además de remarcar que esta modificación presupuestaria «ni siquiera cuenta con el acuerdo de los dos grupos políticos que conforman el gobierno» y que «han tenido la poca vergüenza de venderla en prensa como una modificación que forma parte del plan de choque del Covid-19». «SODEVA es un fracaso por más que ustedes se empeñen en inyectar dinero, como el más de medio millón de euros que van a gastar en dar publicidad a la ruina», ha expresado Hernández, quien ha concluido así esta intervención: «¡Qué no podría hacer un ayuntamiento de nuestra provincia con este dineral! De nuevo, solo nos queda confirmar que los pueblos sobreviven a pesar de la Diputación».
Hernández también ha intervenido en el punto relativo a la resolución de la convocatoria de subvenciones a ayuntamientos y entidades locales menores de la provincia para la realización de actividades turísticas y / o acciones promocionales turísticas para el año 2020. «Cuando se realizó la convocatoria denunciamos que en años anteriores estas ayudas se pervertían de manera escandalosa», ha recordado la portavoz de Toma la Palabra, «puesto que bajo la excusa de la promoción turística se subvencionaban todo tipo de actividades de dinamización social y parrilladas populares que, si bien son muy loables, no son objeto de esta convocatoria». «Se nos dijo que desde el Área de Turismo se prestaría mucha atención a que no fuese así, pero hoy nos encontramos también suculentas cuantías económicas destinadas a las mismas actividades que ya habíamos denunciado en años anteriores que no tenían nada de turístico», ha comentado. Una crítica que ha sido obviada tanto en la junta de portavoces previa al pleno como durante la sesión por las diputadas de Ciudadanos, Gema Gómez y Nuria Duque, esta última, responsable del Área de Turismo.
Toma la Palabra, además, ha planteado en el pleno una pregunta en relación al plazo en que el personal de enfermería del Centro Doctor Villacián, dependiente de la Diputación, cobrará la remuneración correspondiente a las horas extras trabajadas desde que comenzó el estado de alarma. «Tenemos constancia de que esas horas extras sí han sido pagadas al personal médico y trabajadores sociales del centro», ha explicado Hernández, quien ha subrayado que todos los profesionales de Cardenal Marcelo, gestionado, asimismo, por la administración provincial, también las han cobrado. Desde el equipo de gobierno se ha respondido que no existen horas extras pendientes de pago, pero Toma la Palabra tiene conocimiento de que «del 16 de marzo al 22 de abril no funcionó el servicio de fichaje del centro, por lo que realmente no existe ese registro de horas extras trabajadas y, por tanto, no se han pagado».
Además, la plataforma ha presentado un ruego para que se reduzcan los gastos destinados a celebraciones navideñas en los edificios de la Diputación para poder destinar ese dinero a otros gastos de mayor relevancia en la situación actual de la provincia de Valladolid. «Estas celebraciones supusieron más de 14.000 euros en 2019», ha expuesto Hernández, «que se destinaron, entre otras cosas, al belén monumental y la decoración del palacio de Pimentel y otros edificios, así como a la compra de polvorones». «El esfuerzo económico que tienen que hacer las administraciones públicas para superar estos momentos difíciles requiere dedicar todos los recursos posibles a partidas que reviertan en la ciudadanía y no en el funcionamiento interno de, en este caso, la propia Diputación», ha señalado, antes de añadir: «Como institución, no podemos ser ajenos a la coyuntura actual y continuar con nuestras costumbres como si nada hubiera sucedido en el plano social y en el económico».
