El próximo día 28 de junio se conmemorará en todo el mundo el Día Internacional del Orgullo LGBTI para reafirmar el sentimiento de orgullo sobre las identidades y orientaciones sexuales y de género (tradicionalmente marginadas y reprimidas), visibilizar su existencia en la sociedad y reivindicar sus derechos.
El Día del Orgullo LGBTI es una fecha en la que se festeja pero que, sobre todo, nos recuerda la obligación de cumplir con los valores sobre los que se asienta nuestra convivencia y que aparecen recogidos en la Constitución Española y en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y que tienen como base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.
Los colectivos LGBTI reclaman «ser libres para expresar su amor» y el derecho a «ser y vivir tal como dicta su identidad», lo que encaja en los Artículos 14 y 10.1 de nuestra Constitución, al reconocer el derecho a la plena igualdad, a la dignidad y al libre desarrollo de la personalidad, entre otros.
Las reivindicaciones del colectivo LGBTI tienen como objetivo acabar con las últimas barreras materiales en lo concerniente a la orientación, la identidad y la expresión para el pleno desarrollo de sus vidas. Pero, por desgracia, Castilla y León es el último reducto donde todavía los derechos de las personas LGBTI están cuestionados y no se garantiza la dignidad y la libertad ante la violencia en el espacio público o en espacios de ocio.
Aunque la Constitución Española de 1978 promulga la igualdad de derechos, esta igualdad no es tal en la realidad de las personas LGBTI. Se necesitan leyes actualizadas que amparen y velen los derechos, la dignidad y la integridad moral, física y psicológica de las personas LGBTI.
Las lesbianas, gais, trans, bisexuales, intersexuales y de otras identidades no normativas vuelven a reivindicar que son personas que existen en todos los lugares del mundo, y desde la Diputación de Valladolid podemos levantar la voz por quienes no pueden, sobre todo, por aquellas cuya simple existencia constituye un delito pagado con la vida.
Estas situaciones llevan a muchas personas LGBTI a tratar de buscar la seguridad en otros países, como España, donde las peticiones de asilo por persecución por orientación sexual e identidad de género han aumentado. A pesar de que tampoco es fácil vivir en libertad en España siendo migrante, solicitante de asilo y LGBTI, especialmente para las personas trans, quienes sufren la intersección de múltiples factores que agravan los efectos de la discriminación y violencia contra ellas.
La Diputación de Valladolid en los últimos años ha desarrollado acciones en temas relativos a la atención a la diversidad sexual, concretamente, al colectivo LGBTI, pero es necesario reforzar dichas acciones con más intensidad para que lleguen a más población y conseguir implicar a los municipios en la consecución de los derechos de las personas LGBTI.
El exilio rural de las personas LGBTI, sexilio, provoca la expulsión de estas personas de nuestros pueblos por motivo de su orientación sexual e identidad de género. Hay que actuar ya para que ni una sola persona más sufra está discriminación que le obliga a abandonar su pueblo.
Por ello, para luchar contra el sexilio, es necesario crear un Orgullo rural, con actuaciones en la calle, usando la cultura como medio de visibilización, con música, baile, teatro, presentaciones de libros, exposiciones, etc., y que estas acciones tuvieran encaje en el presupuesto de la propia Diputación de Valladolid, más allá de colaboraciones con entidades que luchan a favor de los derechos de las personas LGBTI.
Por todo lo anteriormente expuesto, pedimos a la Diputación de Valladolid que adopte los siguientes acuerdos:
PRIMERO.- Que desde Diputación se empiece a trabajar en la elaboración del VII Plan de Igualdad para que entre en vigor el 2023, sin que haya meses en que no esté vigente ningún plan.
SEGUNDO.- Establecer en el próximo Plan de Igualdad el objetivo de visibilización, aprendizaje y empoderamiento del colectivo LGBTI mediante acciones en culturales y de sensibilización en los municipios de la provincia, que generen compromiso con los derechos de las personas LGBTI en los pueblos.
TERCERO.- Retomar las reuniones del grupo de trabajo LGBTI que existía en la Diputación y que no se ha reunido estos últimos años, con lo que no ha habido seguimiento de las actuaciones en temas LGBTI.
CUARTO.- Consolidar, a través de las Aulas de Cultura y Programa de Envejecimiento Activo y Asociaciones de Mujeres del Consejo Provincial de la Mujer, la formación en materia de igualdad, prevención de violencia de género, diversidad, inclusión y educación afectivo-sexual para perfiles de población adulta.
QUINTO.- Consolidar la formación en materia de igualdad, prevención de violencia de género, diversidad, inclusión y educación afectivo-sexual para perfiles de población adulta.