PROPOSICIÓN que presenta Salvador Arpa de la Fuente, Portavoz del Grupo Provincial Toma la Palabra, al amparo de lo dispuesto en el art. 66 del Reglamento Orgánico de la Diputación Provincial de Valladolid, al Pleno corporativo a celebrar el día 20 de enero de 2017
PARA EXIGIR AL ARZOBISPADO MAYOR APORTACIÓN ECONÓMICA EN EL CONVENIO DE IGLESIAS Y ERMITAS.
La provincia de Valladolid cuenta con un rico patrimonio histórico artístico de gran valor a lo largo de nuestra geografía. Somos el centro de Castilla, reino cristiano que gozó de gran poder político y religioso y cuyo legado se nos representa en edificios de culto, pinturas, escultura, así como en fortificaciones de carácter civil y otras expresiones artísticas.
En todos nuestros pueblos conviven recuerdos de aquella época con edificios posteriores; en algunos casos han caído en desuso, incluso se han perdido y, en otros muchos, los edificios continúan como lugar de culto. Todos ellos, a buen seguro, representan un símbolo indiscutible para las gentes de nuestros pueblos.
Nuestro deber como ciudadanos y como cargos públicos es conservar nuestro patrimonio histórico y cultural, que no es otra cosa que la herencia de nuestros antepasados que nosotros estamos obligados a transmitir a las generaciones venideras.
Sin embargo, los alcaldes de nuestros pueblos con la Iglesia topan cuando de edificios de titularidad eclesiástica se trata. Muchos de los templos sufren un fuerte deterioro: desde humedades a fuertes grietas en las estructuras, pasando también por el desprendimiento de fachadas o la degradación de pinturas y retablos.
El Arzobispado de Valladolid es titular de las iglesias de todos nuestros pueblos, de muchas ermitas y de otros tantos edificios no dedicados al culto. Los vecinos de nuestra provincia miran con resignación como las joyas artísticas sitas en sus municipios se degradan año a año mientras los alcaldes se desesperan reclamando un poco de atención por parte del Arzobispado.
Así, llegamos a una situación en la que los ayuntamientos acaban destinando parte de sus recursos al arreglo y mantenimiento de edificios de los que no pueden disponer, y siempre bajo la autorización y tutelaje, evidentemente, de quien es el verdadero dueño.
Nos encontramos, por lo tanto, con que el arzobispado de Valladolid tiene más propiedades de las que es capaz de mantener y los maltrechos ayuntamientos tienen que invertir en el arreglo de edificios de los que ni siquiera puede negociar la cesión de su uso por algunos años. Ante esto, nuestras opciones son: intentar sacar los colores a sus Excelentísimas a través de la prensa, como hicieron en Pedrosa del Rey, ver cómo se caen los edificios ante la impasibilidad de la institución eclesiástica, o resignarnos y aportar desde las instituciones públicas.
Muchos son los ayuntamientos que eligen esta última opción y han demandado subvenciones para el arreglo de iglesias y ermitas, pero el último convenio firmado por esta casa nos parece irrisorio: el Arzobispado no aportó siquiera el 17% de la cuantía económica destinada a ello, y no queremos que se repita.
Por eso, desde el Grupo Provincial Toma la Palabra presentamos la siguiente proposición:
1. Que la Diputación de Valladolid exija al Arzobispado de Valladolid, de cara a la firma del próximo convenio para el arreglo de iglesias y ermitas que este aporte al menos la misma cantidad que la propia institución provincial.